lunes, 8 de diciembre de 2008

CONTROL DEL DELITO

Control del delito: Casos de éxito, soluciones concretas y consideraciones especiales para países en desarrollo
En general, los niveles de violencia en Latinoamérica han crecido a lo largo de los últimos años. Venezuela es el país más violento, seguido por El Salvador y Honduras. En cuanto a las ciudades Latinoamericanas, ciudad de Guatemala ocupa la primera posición con la mayor tasa de violencia, seguida por Recife y San Salvador.
Bogotá es una ciudad de 8 millones de habitantes. En los últimos años pasó de 4380 homicidios a 1372 por año. Esta estadística es diferente a la que presenta el resto de Colombia, cuya disminución no ha sido tan pronunciada. Bogotá mostró un aumento en la tasa de criminalidad a partir de 1999 cuando subió a 64.5 homicidios por cada 100 000 habitantes. Sin embargo, este indicador ha tendido a la disminución.
Otra ciudad colombiana que ha presentado una disminución importante en sus índices de criminalidad ha sido Medellín. En esta ciudad, la tasa de criminalidad pasó de 381 homicidios por cada 100 000 habitantes en 1991 a 26 homicidios por cada 100 000 habitantes en los últimos años. Igualmente se han logrado resultados significativos en la disminución de la criminalidad en Guayaquil y en algunos municipios de México.
Estos cambios tan positivos no se lograron de la noche a la mañana y requirieron mucha continuidad y esfuerzo por parte de los diferentes actores. Los ingredientes para lograr el cambio fueron la unión de elementos que se señalan a continuación:

• Liderazgo del gobernador o alcalde para convocar a las instituciones responsables de la seguridad.
• Trabajo en equipo
• Información confiable y pública que manifiesto dónde y cuándo ocurren los delitos. La ciudadanía debe estar informada sobre el sitio donde se llevan a cabo actos delictivos. En Bogotá, el 65% de homicidios se da en un bajo porcentaje de los 1066 barrios de la ciudad. El conocimiento de esta información permite que los recursos se dirijan de una mejor manera y se utilicen de forma más efectiva
• Presencia de una estructura administrativa que coordine y defina estrategias. En el caso de Bogotá, las instituciones que conformaban esta estructura se reunían semanalmente. A partir de esa estructura administrativa se debe definir una política integral de convivencia y seguridad ciudadana. La política de convivencia y seguridad ciudadana fortalece el sistema judicial. Esta política abarca desde los aspectos preventivos hasta los de control. Se debe tener claro que no se puede tener éxito sólo con políticas de “mano dura”, ni tampoco únicamente con políticas preventivas. El enfoque debe ser integral.
La policía de Bogotá cuenta actualmente con un 74% de credibilidad contra un 17% a principios de los 90. El cambio se da gracias al trabajo y esfuerzo de muchos. Los buenos resultados obtenidos han generado confianza en la policía, por parte de los ciudadanos
• Rendición de cuentas. Los ciudadanos necesitan saber el impacto que se logra con el dinero que se emplea en estas actividades
• Evaluación externa y seguimiento por parte de sectores particulares que exigen resultados (medios de comunicación, cámaras de comercio, academia).
• Participación ciudadana. Los ciudadanos no denuncian si no se tiene confianza en las acciones que tomarán las autoridades. Si no se generan resultados, los ciudadanos no participan.
Las políticas deben ser sostenibles y prolongarse más allá de un periodo de gobierno. El sector privado debe ser quien le mande el mensaje al gobierno sobre la existencia de una ruta de largo plazo. El gobierno puede hacerle cambios a esta ruta, pero debe ajustarse al plan establecido.
Recuperación del espacio público

Se dieron algunas recomendaciones y casos de iniciativas que se han seguido en Bogotá para lograr la recuperación de los espacios públicos y así disminuir algunas manifestaciones de criminalidad. Anteriormente, las calzadas estaban invadidas por carros. Para enfrentar esta situación, se han mejorado los parqueos y así se han despoblado las calzadas de todos los vehículos que las ocupaban como parqueos.
Además de esto, se tienen nuevas vías que aumentan la fluidez del tránsito. Esto ha generado múltiples resultados positivos. Se han hecho inversiones en desarrollo social en lugares estratégicos y con problemas: se han creado bibliotecas, parques y colegios. Además, se ha desarrollado infraestructura para indigentes y para tratamiento de drogadictos. Asimismo se han instalado unidades policiales en las comunidades que comienzan a recuperarse.
A nivel del sistema penitenciario, se construyeron cárceles en las que los privados de libertad se bañan a las 5:30 a.m. Posteriormente tienen actividades durante el día y a las 7:30 p.m. se apaga la luz para que duerman hasta el día siguiente.
Comentarios
El liderazgo es imprescindible para convocar a las instituciones que tienen responsabilidad en la materia
• La información debe ser pública
• Se debe mapear el delito a partir de la información
• Se requiere una estructura administrativa que lidere y se reúna frecuentemente
• Se debe lograr una política integral
• Las unidades de policía deben ser descentralizadas, con identidad visible y ubicadas estratégicamente
• Debe haber rendición de cuentas
• El sector externo (instituciones ajenas a la policía) debe participar en evaluaciones objetivas y permanentes
• Participación ciudadana.
• Sostenibilidad de la política a través del cambio de gobierno (puestos clave)
• Se deben recuperar los espacios públicos (programas como la ciclovía para recuperar espacios con alta criminalidad). Se deben hacer inversiones en sitios estratégicos. Por ejemplo, Barcelona ha implementado acciones similares a las de Bogotá y ha invertido en barrios pobres.
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