lunes, 8 de diciembre de 2008

PARTICIPACION CIUDADANA

Participación ciudadana: sesión de opiniones, preguntas y respuestas.
Pregunta y/o comentario 1- Gloria Moya Jiménez, educadora pensionada

Manifiesta su complacencia por estar presente en el foro, llena de fe y esperanza. Menciona dos aspectos que deben considerarse al hablar sobre delincuencia:
1. Enfoque en el ser humano
2. Dignificación del trabajo. Debe ser un emblema que represente al costarricense lleno de fe y esperanza por lo que se hace diariamente.
Pregunta y/o comentario 2 – Monseñor Ángel San Casimiro
Menciona 3 aspectos:
1. Cuando habla el corazón no hay razón que se le oponga. No se justifica que una madre sufra estas situaciones mencionadas por doña Roxana. De allí la importancia de escuchar la voz de las victimas. Hoy en día, lamentablemente, se siente miedo y eso hay que detenerlo.
2. El foro, aunque no satisfaga a todos, es una primera iniciativa a la que se le debe dar seguimiento, porque los insumos que se generan deben ser fundamentales para el desarrollo de soluciones.
3. Modificación de las condiciones del servicio de policía y la legislación. Se menciona que una de las causas de lo que acontece se debe a la “descristianización”.

Pregunta y/o comentario 3 - Nancy Madrigal, representación de familiares que han sido víctimas de homicidios

Se consideran víctimas del proceso judicial. En la mayoría de los casos dejaron libre al asesino la misma noche del crimen.
Intenciones del grupo1 que representa:
1. Que las familias sepan que no están solas cuando hayan sufrido una pérdida por homicidio.
2. Luchar para que no se publiquen en los periódicos las noticias amarillistas de las personas asesinadas. Evitar la re-victimización a través de los medios de comunicación.
3. Utilizar recursos para una cárcel de máxima seguridad para Costa Rica en vez de nueva Casa Presidencial.
4. Solicitud a la Presidencia para que inviten al grupo a participar proactivamente en la solución de los problemas.

CONTROL DEL DELITO

Control del delito: Casos de éxito, soluciones concretas y consideraciones especiales para países en desarrollo
En general, los niveles de violencia en Latinoamérica han crecido a lo largo de los últimos años. Venezuela es el país más violento, seguido por El Salvador y Honduras. En cuanto a las ciudades Latinoamericanas, ciudad de Guatemala ocupa la primera posición con la mayor tasa de violencia, seguida por Recife y San Salvador.
Bogotá es una ciudad de 8 millones de habitantes. En los últimos años pasó de 4380 homicidios a 1372 por año. Esta estadística es diferente a la que presenta el resto de Colombia, cuya disminución no ha sido tan pronunciada. Bogotá mostró un aumento en la tasa de criminalidad a partir de 1999 cuando subió a 64.5 homicidios por cada 100 000 habitantes. Sin embargo, este indicador ha tendido a la disminución.
Otra ciudad colombiana que ha presentado una disminución importante en sus índices de criminalidad ha sido Medellín. En esta ciudad, la tasa de criminalidad pasó de 381 homicidios por cada 100 000 habitantes en 1991 a 26 homicidios por cada 100 000 habitantes en los últimos años. Igualmente se han logrado resultados significativos en la disminución de la criminalidad en Guayaquil y en algunos municipios de México.
Estos cambios tan positivos no se lograron de la noche a la mañana y requirieron mucha continuidad y esfuerzo por parte de los diferentes actores. Los ingredientes para lograr el cambio fueron la unión de elementos que se señalan a continuación:

• Liderazgo del gobernador o alcalde para convocar a las instituciones responsables de la seguridad.
• Trabajo en equipo
• Información confiable y pública que manifiesto dónde y cuándo ocurren los delitos. La ciudadanía debe estar informada sobre el sitio donde se llevan a cabo actos delictivos. En Bogotá, el 65% de homicidios se da en un bajo porcentaje de los 1066 barrios de la ciudad. El conocimiento de esta información permite que los recursos se dirijan de una mejor manera y se utilicen de forma más efectiva
• Presencia de una estructura administrativa que coordine y defina estrategias. En el caso de Bogotá, las instituciones que conformaban esta estructura se reunían semanalmente. A partir de esa estructura administrativa se debe definir una política integral de convivencia y seguridad ciudadana. La política de convivencia y seguridad ciudadana fortalece el sistema judicial. Esta política abarca desde los aspectos preventivos hasta los de control. Se debe tener claro que no se puede tener éxito sólo con políticas de “mano dura”, ni tampoco únicamente con políticas preventivas. El enfoque debe ser integral.
La policía de Bogotá cuenta actualmente con un 74% de credibilidad contra un 17% a principios de los 90. El cambio se da gracias al trabajo y esfuerzo de muchos. Los buenos resultados obtenidos han generado confianza en la policía, por parte de los ciudadanos
• Rendición de cuentas. Los ciudadanos necesitan saber el impacto que se logra con el dinero que se emplea en estas actividades
• Evaluación externa y seguimiento por parte de sectores particulares que exigen resultados (medios de comunicación, cámaras de comercio, academia).
• Participación ciudadana. Los ciudadanos no denuncian si no se tiene confianza en las acciones que tomarán las autoridades. Si no se generan resultados, los ciudadanos no participan.
Las políticas deben ser sostenibles y prolongarse más allá de un periodo de gobierno. El sector privado debe ser quien le mande el mensaje al gobierno sobre la existencia de una ruta de largo plazo. El gobierno puede hacerle cambios a esta ruta, pero debe ajustarse al plan establecido.
Recuperación del espacio público

Se dieron algunas recomendaciones y casos de iniciativas que se han seguido en Bogotá para lograr la recuperación de los espacios públicos y así disminuir algunas manifestaciones de criminalidad. Anteriormente, las calzadas estaban invadidas por carros. Para enfrentar esta situación, se han mejorado los parqueos y así se han despoblado las calzadas de todos los vehículos que las ocupaban como parqueos.
Además de esto, se tienen nuevas vías que aumentan la fluidez del tránsito. Esto ha generado múltiples resultados positivos. Se han hecho inversiones en desarrollo social en lugares estratégicos y con problemas: se han creado bibliotecas, parques y colegios. Además, se ha desarrollado infraestructura para indigentes y para tratamiento de drogadictos. Asimismo se han instalado unidades policiales en las comunidades que comienzan a recuperarse.
A nivel del sistema penitenciario, se construyeron cárceles en las que los privados de libertad se bañan a las 5:30 a.m. Posteriormente tienen actividades durante el día y a las 7:30 p.m. se apaga la luz para que duerman hasta el día siguiente.
Comentarios
El liderazgo es imprescindible para convocar a las instituciones que tienen responsabilidad en la materia
• La información debe ser pública
• Se debe mapear el delito a partir de la información
• Se requiere una estructura administrativa que lidere y se reúna frecuentemente
• Se debe lograr una política integral
• Las unidades de policía deben ser descentralizadas, con identidad visible y ubicadas estratégicamente
• Debe haber rendición de cuentas
• El sector externo (instituciones ajenas a la policía) debe participar en evaluaciones objetivas y permanentes
• Participación ciudadana.
• Sostenibilidad de la política a través del cambio de gobierno (puestos clave)
• Se deben recuperar los espacios públicos (programas como la ciclovía para recuperar espacios con alta criminalidad). Se deben hacer inversiones en sitios estratégicos. Por ejemplo, Barcelona ha implementado acciones similares a las de Bogotá y ha invertido en barrios pobres.
Ver mas informacion en www.elpais.co.cr/OPINION/0708348.html - 23k

PROYECTOS Y CONCLUCIONES



proyectos

Entre los proyectos a emular se mencionó el Plan Cuadrante. Como parte de este plan se asignaron policías a un sector específico para que la gente los conociera. Se brindó el número telefónico del sargento a los ciudadanos para que le avisaran sobre cualquier delito y se le incorporó en las juntas de vecinos. La estabilidad del puesto es de suma importancia para la creación de confianza.
La capacitación también es necesaria para que el policía busque la resolución de problemas antes de llegar a un enfrentamiento. Estos policías están capacitados para resolver el delito antes de que se vuelva violento.
También, se puede crear un observatorio de buenas prácticas policiales. De esta forma, se registran prácticas y se difunden con el objetivo de mejorar la calidad de la fuerza policial y optimizar recursos, a través del establecimiento de áreas prioritarias de trabajo.
Por último, las evaluaciones requeridas son el fortalecimiento de la confianza y otorgar cuentas con transparencia de su labor policial frente a la comunidad. La cuantificación de estas metas permite mejorar la gestión interna y la calidad del servicio

Conclusiones:
El Sr. Espinoza concluyó recalcando que la seguridad es un bien público. La solución no está en el crecimiento de la policía privada. Actualmente en América Latina hay 2,2 millones de guardas privados que juntos duplican el número de policías presentes en la región. El crecimiento de las fuerzas de seguridad privadas produce una distorsión cuando hay personas armadas sin responsabilidad social. No debe generarse diferenciación entre proteger una zona rica y una pobre.
En cuanto a las ciudades, señaló la importancia se continuar con la recuperación de espacios públicos. La iluminación de las plazas hace que estas se vuelvan a ocupar y los vecinos se preocupen por su mantenimiento. El incremento en la iluminación permite que se pueda lograr una disminución en la criminalidad. Esto va de la mano con el fortalecimiento de la comunidad en contra del “auto- encierro”. Se deben disputar los espacios ocupados por los delincuentes, ganando calles y lugares.
Finalmente, como tema fundamental, la policía no solo debe hacerse más eficiente y moderna, sino que la gente debe respetarla, creerle y temerle. Esto solo se logrará cuando el cuerpo policial sepa medir y usar bien la fuerza con un desplazamiento rápido y profesional y mediante el vínculo cotidiano con la comunidad. La policía se impone por presencia y no solo por la fuerza. Igualmente, debe haber una mayor transparencia y control por parte de la ciudadanía.

viernes, 5 de diciembre de 2008

SOLUCIONES A LA INSEGURIDAD

Soluciones a la inseguridad

Hechos
Las principales características de la criminalidad en América Latina incluyen un notable incremento en las tasas globales de criminalidad, un incremento general de la violencia, un aumento en la participación de jóvenes en actos de delincuencia y una mayor conexión con el crimen organizado y la delincuencia común
Se hizo hincapié en que los temas sociales como la distribución del ingreso y la segregación están fuertemente asociados con la violencia y criminalidad. Otros factores que inciden en el aumento de la criminalidad son el mayor consumo de alcohol y drogas ilícitas, el comercio y distribución local de drogas, la posesión de armas de fuego, la deserción escolar, el deterioro y abandono de espacios públicos y la desintegración familiar. Se ha demostrado, por ejemplo, que el 62% de los pandilleros provienen de hogares monoparentales.
De acuerdo con el BID, la situación de América Latina es crítica. En la región se producen 140 mil asesinatos al año, la violencia es 5 veces más alta que en cualquier otro lugar, ocurren el 75% de los secuestros extorsivos y han subido fuertemente los costos asociados al crimen y la violencia. Para cuantificar este aumento, no es recomendable medir el aumento en la violencia sólo por el número de denuncias a la policía. Se estima que el 40% de los afectados nunca denuncia por diferentes razones (tiempo, desconfianza, costo de oportunidad, entre otras). La victimización es la mejor forma de medir este parámetro, ya que se pregunta directamente si la población ha sido víctima de asaltos, agresiones u otros tipos de violencia en los últimos 12 meses. Esta medición es típica de países desarrollados.
Según el Latinobarómetro, en todos los países de América Latina, la delincuencia aparece dentro de los tres primeros lugares en importancia. Esta situación desgasta el nivel de cohesión social y la confianza en las instituciones públicas, particularmente el Poder Judicial y el Ejecutivo. Resulta absolutamente esencial levantar la confianza en las fuerzas policiales. Asimismo, si las personas consideran que pueden llegar a convertirse en víctimas de un delito en el futuro, toman medidas de control que no necesariamente llevan a la reducción de la criminalidad. Por ejemplo, en Costa Rica la gran mayoría de la población (64%) ha puesto rejas en sus casas. Esto evidencia que la gente se está “auto-cerrando”.
El 60% no deja la casa sola, ha buscado un perro vigilante (39,2%), o ha instalado cerraduras especiales (32,8%). Esta situación beneficia al delincuente al darle espacios que antes no le pertenecían y al mismo tiempo tienden a aumentar el llamado a políticas de “mano dura”, que han demostrado ser poco efectivas. Según los últimos datos, en Costa Rica, un 78% de la población considera que la mano dura es el camino correcto. Sin embargo, se deben buscar recomendaciones a largo plazo que sean capaces de disminuir la violencia y criminalidad.


Soluciones:
La policía no es el único agente destinado a luchar contra el delito, pero decididamente es el actor más importante. La seguridad es un bien público y debe delegarse principalmente en manos del Estado porque es el principal agente a cargo de devolver la tranquilidad a las personas para que se desenvuelvan en sus actividades diarias. Para lograrlo este propósito, se debe trabajar en cuatro áreas prioritarias mutuamente vinculadas que forman un circuito integrado:
Prevención
Sanción
Cumplimiento y rehabilitación
Control

El Sr. Espinoza se centró en el tema del control. Este debe concebirse como una política pública (en el nivel de prioridad que se le da a las políticas de economía, vivienda, entre otras). Para formular tal política debe primero existir un diagnostico detallado con las causas, efectos y grupos afectados por la criminalidad. Luego, debe constituirse un programa consistente con los objetivos, estrategias y acciones indicadas, que además tengan metas y plazos claros, con indicadores de evaluación que permitan evaluar su desempeño. Los mecanismos de seguimiento y evaluación permanente permiten ver si los recursos fueron bien asignados o si se gestionaron correctamente. Por último, se debe crear un marco legal e institucional que establezca una normativa y aumente la legitimidad.
Se recalcó que en este tema tan complejo no hay panaceas. La seguridad ciudadana debe convertirse en una política de Estado de largo plazo con metas que superan a los gobiernos y no deben variarse cada cuatro años. Sólo mediante el consenso político se evitará la “demagogia facilista” donde prevalece la política electoral. Muchos ciudadanos asocian la acción del Estado con la policía por lo que la incapacidad de proveer seguridad puede entenderse como incapacidad para gobernar. Por último, debe simplificarse la coordinación de mandos y la administración de la fuerza policial costarricense. En estos momentos hay 11 tipos diferentes de policías. Esto dificulta la organización, se crean mandos difusos, problemas de coordinación y se generan responsabilidades que no están claramente definidas.


Recomendaciones:
Modernizar y profesionalizar la policía. Esto se logrará con un mayor recurso financiero. No obstante, el salario es el único incentivo. El trabajo policial debe verse como un trabajo digno y respetado, donde el profesional se sienta bien. No es tolerable que funcionarios públicos en seguridad sufran condiciones básicas de trabajo que no sean dignas. Debe demostrarse, conforme se inviertan más recursos, que hay una mayor resolución de delitos como medida de eficiencia policial.

Reconocer la existencia de heterogeneidad en el delito. Se debe diferenciar entre el delito común y la delincuencia organizada. Esto solo se logrará con un nivel de información óptima. Las sanciones deben ser diferentes para cada uno de ellos. Geográficamente, la persecución penal se debe focalizar por tipo de delito, lugares donde ocurren y los hechores reiterados. Generalmente es un número pequeño de delincuentes el que cometen la mayoría de los delitos.

Buscar el equilibrio entre el control y las tareas de prevención. Ambas soluciones deben emplearse al mismo tiempo. Se debe reducir la deserción escolar y mejorar la calidad de la policía, simultáneamente.

Mejorar el vínculo entre la policía y la comunidad. Nadie conoce mejor su comunidad que el mismo barrio. La utilización de esta información brinda legitimidad y prestigio social a la policía.

EFECTOS ECONOMICOS DEL DELITO

Seguridad ciudadana y sus impactos en la competitividad empresarial y la actividad económica. Efectos económicos del delito

Esta presentación se basó en los resultados de un estudio del Banco Mundial sobre delincuencia y violencia en Centroamérica.

Hechos:

La violencia y la delincuencia tienen efectos importantes a corto y largo plazo sobre la actividad económica, el crecimiento y el desarrollo. Ambas debilitan la confianza de los inversionistas y afectan el clima de negocios de los países que sufren de forma más severa este problema. Además aumentan los costos de las empresas, producto de la necesidad de aumentar y reforzar sus medidas de seguridad. También tienen efectos notorios sobre las principales actividades de generación de ingresos de los países. Por ejemplo, en Haití el turismo se ha visto fuertemente perjudicado como consecuencia de la escalada en la violencia e inseguridad, a pesar de tener importantes atractivos turísticos. En un mundo cada vez más globalizado, las personas tienen mayores opciones para sustituir los destinos recreativos y de inversión, si las condiciones de los países o lugares se tornan desfavorables.
La violencia ha tenido efectos importantes sobre el crecimiento económico. Se estima que en Costa Rica, la duplicación de la tasa de violencia podría provocar una caída de más de un 1% en la tasa de crecimiento económico a largo plazo. Esto a través del impacto que tiene sobre la atracción de inversiones y el costo de realizar negocios. La voz de alarma está encendida.
El porcentaje de empresas que sufren pérdidas producto de actos delictivos en Costa Rica es del 33%, comparable con otros países de la región e incluso mayor que Nicaragua y Honduras. Sin embargo, la magnitud de las pérdidas asociadas a actos delictivos como porcentaje de las ventas de las empresas es más bajo en Costa Rica que en el resto de Centroamérica. Guatemala es el país de la región donde la magnitud de esas pérdidas es mayor.
Las pérdidas como porcentaje de las ventas son mayores en las MIPYMES que en las empresas grandes, a menor tamaño de la empresa el efecto de esas pérdidas es mayor ya que estas empresas son más vulnerables ante los efectos del delito. Las empresas grandes tienen mayor capacidad de reacción y recuperación ante las pérdidas ocasionadas por actos delictivos.
El 55% de las empresas en Costa Rica ha incurrido en gastos para aumentar la seguridad. Sin embargo, estos gastos en seguridad como porcentaje de las ventas de las empresas son menores en Costa Rica que en otros países de la región (el gasto promedio como porcentaje de las ventas es menor al 1% en Costa Rica mientras que en El Salvador es cercano al 4%).
En lo referente a la percepción de la delincuencia y la violencia por parte de las empresas, el 28% de las empresas en Costa Rica percibe que el delito es un problema importante para sus empresas. Este porcentaje es menor que en otros países centroamericanos, donde la percepción de inseguridad por parte de la comunidad empresarial es mayor.
En síntesis, en Costa Rica la probabilidad de ser víctima de un acto delictivo y tener que realizar gastos en seguridad es similar a la de los demás países de Centroamérica, pero la magnitud de las pérdidas por delito y los gastos de seguridad (como porcentaje de ventas) son menores para las empresas en Costa Rica que en otros países de la región. Además, pocas empresas en Costa Rica (en comparación con el resto de países de Centroamérica) perciben que la delincuencia es un obstáculo para sus negocios.

Proyectos:

El Banco Mundial ha desarrollado un estudio en el que se analizan y se pretenden dar soluciones efectivas sobre aspectos relacionados con: costos socioeconómicos del delito, el tráfico de drogas, pandillas juveniles, tenencia de armas de fuego y políticas públicas (tanto a nivel nacional, como municipal) para reducir el delito.
Soluciones:
Se destaca la importancia del tratamiento integral del problema. Se debe involucrar al gobierno (central+municipalidades), al sector privado y a la sociedad civil para mejorar la efectividad en el combate del problema. Esto conduce a que el esfuerzo sea de orden multidimensional y obligue a consolidar un buen sistema judicial acompañado de medidas preventivas. El problema de la criminalidad tiende a auto reforzarse a través tiempo. Por esta razón, se hace más difícil enfrentar la delincuencia una vez que los niveles son altos. Por lo tanto es urgente tomar medidas a la mayor brevedad.
www.larepublica.net/app/cms/www/index.php?pk_articulo=4404 - 38k -
Mas informacion en

CAUSAS Y EFECTOS

Consideraciones sociales de la inseguridad ciudadana.
Causas y efectos:
El tema de la inseguridad ocupa el centro del debate académico, gubernamental y del sector privado en América Latina. La importancia del tema radica en que el perfil de sociedad que tendrán en el futuro próximo, los países latinoamericanos y Costa Rica en particular, se está definiendo a partir de las medidas que el país como un todo tome en la actualidad. Este problema está presente en los países latinoamericanos; sin embargo existe un problema que es común a la mayoría de ellos.
Se dan versiones simplificadas de la problemática y eso impide que se puedan tener soluciones eficaces para el problema. La labor es gigantesca y difícilmente un solo actor, trabajando independientemente, podrá dar solución a los problemas y efectos relacionados con la criminalidad. Debe ser una labor conjunta y coordinada de la sociedad costarricense.
La presentación del Dr. Kliksberg se concentró en tres grandes ejes:
1.La importancia del tema en el continente
2.Causas estructurales del problema, y por qué ha fallado la mano dura en América Latina
3.Mitos sobre el problema

Como motivación al primer punto, el Dr. Kliksberg resaltó los grandes avances en los temas económicos y políticos que la región Latinoamericana ha experimentado posterior a la década perdida. Sin embargo, estos avances en lo económico se ven empañados por los pocos avances en lo social. En su opinión, es el lento avance en este aspecto el que ha generado los incentivos para el avance mostrado en los índices de criminalidad.
Esto no ha pasado desapercibido por la ciudadanía. De acuerdo con el “Latinbarómetro”, la sensación de inseguridad en la población latinoamericana crece y sobre bases muy concretas. Además, este representa uno de los 2 problemas más preocupantes para la ciudadanía, sólo por debajo de la desocupación laboral. Los datos indican que las diferencias entre los países de la región y el mundo desarrollado son abismales. Más importante y preocupante aún es la tendencia. La situación ha empeorado en los últimos 20 años y de no existir un conjunto de políticas bien articuladas, la situación podría empeorar aún más en el tiempo.
El impacto del crimen y la violencia en la economía es sustancial. Según el Dr. Kliksberg, se aproxima al 14% del PIB en América Latina. Además de los costos indirectos, pues implica dedicarle menos recursos a educación y salud; especialmente en aquellos países donde su incidencia es más aguda, como es el caso de El Salvador.
Las causas de un fenómeno con un impacto negativo tan grande en la economía no pueden reducirse a una visión simplista como por ejemplo la ineficacia o incapacidad policial. Un problema de tanta magnitud tiene influencia en todos los sectores de una sociedad, incluido el tema económico como la desigualdad y la pobreza, que según datos de varias fuentes, muestran una gran correlación con la criminalidad. Estos estudios indican un alto impacto de la exclusión social severa y la vulnerabilidad de la población para participar en actividades delictivas, la ruptura de la cohesión social, falta de acceso a servicios públicos: educación, agua, electricidad, también muestran un fuerte efecto en los resultados.
Todo lo anterior deriva en la necesidad de analizar el problema desde una perspectiva integral y dinámica, así como rechazar de plano cualquier intervención unilateral y simplista. Como ejemplo de lo anterior destaca el fracaso que la política de mano dura ha tenido en los países centroamericanos como El Salvador, Honduras y Guatemala, cuyo impacto únicamente elevó el número de arrestos y encarcelamientos, mientras que las tasas de homicidios siguieron aumentando. El único contacto que el gobierno de los tres países tiene con los pandilleros es a través de la policía u otras fuerzas del orden, no hay otro contacto distinto.
America Latina presenta una serie de mitos, que le impiden enfocarse realmente en el problema para encontrar una solución eficaz, pero que a la vez, invitan a formular políticas que permitan mejorar la situación actual. Seguidamente se desglosan estos mitos:

Mito 1. El problema es policial:
La realidad indica que ellos son fundamentales para la sociedad, pero el problema tiene muchas raíces. Por si solos, los policía no pueden eliminar el problema que incorpora a todas las dimensiones de la sociedad. La realidad es que se debe trabajar en programas de prevención en vez de corrección. Para un Estado es
mejor y más barato, el desarrollo de oportunidades laborales y de estudio que crear cárceles y refirmas. El impacto social es evidente.

Mito 2. Los países desarrollados han usado mano dura:
Estados Unidos es uno de los países que tiene mayor criminalidad, entre éstos. La población carcelaria estadounidense es igual al número de estudiantes de colegios. Se necesita crear un sistema de política social para tratar a todas las personas que salen de la cárcel para evitar el síndrome de la puerta giratoria. De este modo, se trata de vincular a los presos con educación y trabajo para evitar que regresen a la cárcel una vez que salen de ésta.
Este proceso es menos costoso y más humano. Según un estudio de Joseph Stiglitz, citado por Kliksberg, es más barato becar a un estudiante para que haga estudios desde primaria hasta posgrado que mantenerlo en la cárcel por delincuencia y que posteriormente reincida con una alta probabilidad. Esto tiene fuertes repercusiones en la criminalidad y competitividad del país.
La criminalidad tiene raíces en la desarticulación de las familias ya que estas son la entidad por excelencia para prevenir el delito. La familia debería transmitir todos los valores éticos y modelos de referencia y no es sustituible por ningún otro ente en la prevención del delito. Si la familia funciona adecuadamente, se mejora la situación de la delincuencia. La realidad nos dice que los países exitosos en prevenir y mitigar la delincuencia son exitosos como sistemas sociales, no por su mano dura.

Mito 3. Las causas de la delincuencia juvenil son misteriosas:

No hay que buscar las causas de la mayor parte de la delincuencia en factores ajenos a la realidad socioeconómica de los criminales. El desempleo juvenil es mucho mayor que el promedio. Esto aunado a la falta de oportunidades y discriminación brinda los incentivos para que esta población vulnerable perpetre actos delictivos. Los criminales proceden en su mayoría de familias que han sido desarticuladas por la pobreza. Finalmente la deserción escolar y de secundaria es mayor en el 20% más pobre de la población que en el resto.
La situación económica internacional de la actualidad presenta dos agravantes que pueden aumentar la población vulnerable e incidir en un empeoramiento de los índices de criminalidad en Latinoamérica. Uno es la reducción del flujo de remesas migratorias con la consecuente desarticulación de las familias. Aunque las personas emigren a otros países para buscar más ingresos, sus familias quedan desarticuladas, y en muchos casos, descuidadas. Las perspectivas de este año son sombrías: por la crisis en la economía norteamericana y por los sentimientos de hostilidad hacia los indocumentados y migrantes. Las remesas migratorias protegen a muchos que gracias a las remesas pueden salir adelante con las necesidades básicas. El segundo agravante, por razones obvias, es el aumento del precio de los alimentos. Este continente presenta una doble cara: por un lado es ejemplo de sistemas democráticos con control de las variables macroeconómicas como el acceso a mercados; pero por otro tiene un 40% de su población que vive en condiciones de pobreza.

Mito 4. El enfoque integral solo produce resultados a largo plazo:

Se requiere empezar a actuar en la desarticulación del narcotráfico, el crimen organizado, tráfico de personas, entre otros. Esto será lo que permitirá mejorar la calidad de vida en general. Se deben desarrollar propuestas válidas que le den fuerza a la misma sociedad, a través de alcaldías, empresa privada, policía y gobierno, entre otros, para salir adelante de manera real e integral. Se le deben brindar oportunidades a los jóvenes, un esquema atractivo de beneficios que los motive a estudiar y superarse. Todos estos son planes a largo plazo, pero cuando se hace el enfoque en la inclusión social, los beneficios se ven casi de forma inmediata. Las capacidades existen, solo se deben coordinar esfuerzos para lograrlo.

INSEGURIDAD CIUDADANA

Inseguridad ciudadana

Introducción
Costa Rica enfrenta una creciente ola de criminalidad. Aunque las tasas aún son relativamente bajas en la mayoría de los delitos, la tendencia a largo plazo es preocupante. Los niveles de criminalidad son mucho más bajos que los de otros países de la región; sin embargo, son significativamente más altos que los experimentados en los países de Europa.
En muchos de los sectores de la sociedad existe una profunda preocupación sobre la inseguridad ciudadana. Por esto, es oportuna la apertura de un amplio diálogo nacional, serio y constructivo que explore y eventualmente acuerde soluciones efectivas, eficientes, integrales y sostenibles en este importante tema.
La situación actual amenaza no sólo la calidad de vida del ciudadano común sino el respecto y la credibilidad del sistema institucional del país. Además es un serio obstáculo para la inversión y para actividades importantes tales como el turismo.
El jueves 22 de mayo del 2008 se realizó en Costa Rica, el Foro Nacional de Seguridad Ciudadana. Este foro fue organizado por el Centro de Estudios Jorge Manuel Dengo y el INCAE Business School. El objetivo del foro fue convocar a la sociedad costarricense al lanzamiento de un foro nacional para estudiar y recomendar modificaciones sobre la política de seguridad ciudadana nacional.
El evento fue abierto al público y se contó con la presencia de representantes de todos los sectores sociales, económicos y políticos del país. Entre ellos, representantes del Gobierno Central y local, Asamblea legislativa, Poder Judicial, Defensoría de los Habitantes, colegios profesionales, cámaras y asociaciones, universidades, iglesias, partidos políticos, medios de comunicación, fundaciones, ONG, grupos comunitarios organizados, cooperación internacional y expertos(as) nacionales e internacionales. En general, un amplio grupo representativo de toda la sociedad nacional procedentes de todos los lugares, clases sociales y niveles de educación.
Arturo Condo
Rector de INCAE

El mensaje del Dr. Condo, inició con una bienvenida dirigida a todos los presentes que incluyeron representantes de todos los sectores del gobierno, instituciones privadas, ONG, personal de INCAE y miembros de la sociedad civil. El señor Condo señaló que la seguridad es esencial para Costa Rica, y perderla significaría quedarse sin el pilar fundamental que ha sido la paz para el país. Además, mencionó que la participación de todos los presentes representa un compromiso con el país y con la acción de cambiar la situación de seguridad que se vive actualmente.
Posteriormente, el Dr. Condo explicó el desarrollo de las actividades durante el foro. El propósito de las mismas fue analizar, compartir información y la visión de los distintos participantes sobre el tema de inseguridad y violencia.
Igualmente mencionó que la seguridad no es un problema de unos pocos, sino del país completo. Se debe tomar la decisión sobre la estrategia que se seguirá para abordar el problema. Si la ciudadanía no se involucra, con solo la policía no se va a cambiar la realidad. La violencia e inseguridad es un síntoma de muchas situaciones y es una necesidad resolver las causas desde el fondo. Si no se atacan las causas no se podrá tener el control de la situación.
Finalmente señaló que todos deben involucrarse, incluyendo a la comunidad internacional. INCAE una institución que si se requiere servirá de marcapasos. El país no estaba acostumbrado a enfrentar los niveles de violencia que se viven ahora, si todos se organizan y se comprometen a actuar, se va a generar el cambio.
Laura Chinchilla
Presidenta de la República en ejercicio

La señora Vicepresidenta mencionó que el tema de seguridad es vital para los ciudadanos y es de abordaje prioritario. Enfatizó que todos los representantes son responsables y tienen mucho que aportar. La convocatoria a este foro representó la filosofía de poder trabajar en conjunto. Envió un mensaje importante y es que ante este problema sí hay soluciones. Aclaró que espera que de esta reunión se den a conocer experiencias concretas exitosas que puedan enmendar problemas de seguridad.
El país está siendo percibido como un país inseguro y esto impacta el desarrollo económico, el turismo, el comercio y el proceso de la atracción de inversiones. Cerca de un 4% del PIB se ha destinado cubrir el problema de la violencia y se han hecho estudios que demuestran que se destinan casi ¢30 mil/año/hogar en el campo de la seguridad. Esta problemática ataca los derechos esenciales a la vida y su calidad, la propiedad, la libertad de tránsito, de movimiento y refuta los derechos fundamentales de la ciudadanía.
Costa Rica se ha caracterizado históricamente como un país de paz. Sin embargo, ahora se cuestiona si esto sigue siendo cierto. Por lo que se pone en jaque el valor de la solidaridad y el principio de la libertad.
Posteriormente, enumeró las causas y factores, citados por algunos estudios del Banco Mundial, que han sido asociados con el tema de inseguridad y violencia en Latinoamérica y que explican por qué Costa Rica se ha vuelto un país más violento. Entre ellos citó: mayores niveles de violencia son relacionados con una mayor inequidad en cuanto a la riqueza; en ausencia de alternativas educativas y de recreación existen más probabilidades de que existan problemas sociales como covandalismo, drogadicción y violencia; los jóvenes que provienen de hogares monoparentales con jefas de hogar en condiciones precarias, hogares con consumo de alcohol o drogas, vivienda en condiciones precarias, y presencia de drogas y armas de fuego son más violentos.
La Vicepresidenta señaló algunos compromisos del gobierno para contrarrestar la problemática social como lo son: Programa Avancemos, programas de vivienda social, construcción del Centro de Adicciones e impulso a programas de control de armas y educación cívica. Destacó que se han realizado acciones para tener más policías en condiciones apropiadas, más preparados y con mejor presupuesto. Igualmente, se han mejorado leyes como el incremento de la pena máxima y la creación de nuevos delitos que deben ser penalizados y la presencia de un mayor número de juzgados.
La vicepresidenta mencionó que así como han crecido los problemas, también se han aprobado fuertes reformas. Asimismo puntualizó que se debe revisar la legislación y hacer ajustes en el tema de sanción y “cerrar portillos abiertos” que permiten que se cometan crímenes.
Para finalizar indicó que si se puede ganar la batalla, pero que se necesita una coalición nacional. Así invitó a que durante el foro se brindara apoyo que diera fuerza a la seguridad ciudadana e instó a que cada sector se comprometa a otorgar soluciones. De este modo, Costa Rica seguirá con la bandera de al paz que la ha caracterizado.
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