viernes, 5 de diciembre de 2008

CAUSAS Y EFECTOS

Consideraciones sociales de la inseguridad ciudadana.
Causas y efectos:
El tema de la inseguridad ocupa el centro del debate académico, gubernamental y del sector privado en América Latina. La importancia del tema radica en que el perfil de sociedad que tendrán en el futuro próximo, los países latinoamericanos y Costa Rica en particular, se está definiendo a partir de las medidas que el país como un todo tome en la actualidad. Este problema está presente en los países latinoamericanos; sin embargo existe un problema que es común a la mayoría de ellos.
Se dan versiones simplificadas de la problemática y eso impide que se puedan tener soluciones eficaces para el problema. La labor es gigantesca y difícilmente un solo actor, trabajando independientemente, podrá dar solución a los problemas y efectos relacionados con la criminalidad. Debe ser una labor conjunta y coordinada de la sociedad costarricense.
La presentación del Dr. Kliksberg se concentró en tres grandes ejes:
1.La importancia del tema en el continente
2.Causas estructurales del problema, y por qué ha fallado la mano dura en América Latina
3.Mitos sobre el problema

Como motivación al primer punto, el Dr. Kliksberg resaltó los grandes avances en los temas económicos y políticos que la región Latinoamericana ha experimentado posterior a la década perdida. Sin embargo, estos avances en lo económico se ven empañados por los pocos avances en lo social. En su opinión, es el lento avance en este aspecto el que ha generado los incentivos para el avance mostrado en los índices de criminalidad.
Esto no ha pasado desapercibido por la ciudadanía. De acuerdo con el “Latinbarómetro”, la sensación de inseguridad en la población latinoamericana crece y sobre bases muy concretas. Además, este representa uno de los 2 problemas más preocupantes para la ciudadanía, sólo por debajo de la desocupación laboral. Los datos indican que las diferencias entre los países de la región y el mundo desarrollado son abismales. Más importante y preocupante aún es la tendencia. La situación ha empeorado en los últimos 20 años y de no existir un conjunto de políticas bien articuladas, la situación podría empeorar aún más en el tiempo.
El impacto del crimen y la violencia en la economía es sustancial. Según el Dr. Kliksberg, se aproxima al 14% del PIB en América Latina. Además de los costos indirectos, pues implica dedicarle menos recursos a educación y salud; especialmente en aquellos países donde su incidencia es más aguda, como es el caso de El Salvador.
Las causas de un fenómeno con un impacto negativo tan grande en la economía no pueden reducirse a una visión simplista como por ejemplo la ineficacia o incapacidad policial. Un problema de tanta magnitud tiene influencia en todos los sectores de una sociedad, incluido el tema económico como la desigualdad y la pobreza, que según datos de varias fuentes, muestran una gran correlación con la criminalidad. Estos estudios indican un alto impacto de la exclusión social severa y la vulnerabilidad de la población para participar en actividades delictivas, la ruptura de la cohesión social, falta de acceso a servicios públicos: educación, agua, electricidad, también muestran un fuerte efecto en los resultados.
Todo lo anterior deriva en la necesidad de analizar el problema desde una perspectiva integral y dinámica, así como rechazar de plano cualquier intervención unilateral y simplista. Como ejemplo de lo anterior destaca el fracaso que la política de mano dura ha tenido en los países centroamericanos como El Salvador, Honduras y Guatemala, cuyo impacto únicamente elevó el número de arrestos y encarcelamientos, mientras que las tasas de homicidios siguieron aumentando. El único contacto que el gobierno de los tres países tiene con los pandilleros es a través de la policía u otras fuerzas del orden, no hay otro contacto distinto.
America Latina presenta una serie de mitos, que le impiden enfocarse realmente en el problema para encontrar una solución eficaz, pero que a la vez, invitan a formular políticas que permitan mejorar la situación actual. Seguidamente se desglosan estos mitos:

Mito 1. El problema es policial:
La realidad indica que ellos son fundamentales para la sociedad, pero el problema tiene muchas raíces. Por si solos, los policía no pueden eliminar el problema que incorpora a todas las dimensiones de la sociedad. La realidad es que se debe trabajar en programas de prevención en vez de corrección. Para un Estado es
mejor y más barato, el desarrollo de oportunidades laborales y de estudio que crear cárceles y refirmas. El impacto social es evidente.

Mito 2. Los países desarrollados han usado mano dura:
Estados Unidos es uno de los países que tiene mayor criminalidad, entre éstos. La población carcelaria estadounidense es igual al número de estudiantes de colegios. Se necesita crear un sistema de política social para tratar a todas las personas que salen de la cárcel para evitar el síndrome de la puerta giratoria. De este modo, se trata de vincular a los presos con educación y trabajo para evitar que regresen a la cárcel una vez que salen de ésta.
Este proceso es menos costoso y más humano. Según un estudio de Joseph Stiglitz, citado por Kliksberg, es más barato becar a un estudiante para que haga estudios desde primaria hasta posgrado que mantenerlo en la cárcel por delincuencia y que posteriormente reincida con una alta probabilidad. Esto tiene fuertes repercusiones en la criminalidad y competitividad del país.
La criminalidad tiene raíces en la desarticulación de las familias ya que estas son la entidad por excelencia para prevenir el delito. La familia debería transmitir todos los valores éticos y modelos de referencia y no es sustituible por ningún otro ente en la prevención del delito. Si la familia funciona adecuadamente, se mejora la situación de la delincuencia. La realidad nos dice que los países exitosos en prevenir y mitigar la delincuencia son exitosos como sistemas sociales, no por su mano dura.

Mito 3. Las causas de la delincuencia juvenil son misteriosas:

No hay que buscar las causas de la mayor parte de la delincuencia en factores ajenos a la realidad socioeconómica de los criminales. El desempleo juvenil es mucho mayor que el promedio. Esto aunado a la falta de oportunidades y discriminación brinda los incentivos para que esta población vulnerable perpetre actos delictivos. Los criminales proceden en su mayoría de familias que han sido desarticuladas por la pobreza. Finalmente la deserción escolar y de secundaria es mayor en el 20% más pobre de la población que en el resto.
La situación económica internacional de la actualidad presenta dos agravantes que pueden aumentar la población vulnerable e incidir en un empeoramiento de los índices de criminalidad en Latinoamérica. Uno es la reducción del flujo de remesas migratorias con la consecuente desarticulación de las familias. Aunque las personas emigren a otros países para buscar más ingresos, sus familias quedan desarticuladas, y en muchos casos, descuidadas. Las perspectivas de este año son sombrías: por la crisis en la economía norteamericana y por los sentimientos de hostilidad hacia los indocumentados y migrantes. Las remesas migratorias protegen a muchos que gracias a las remesas pueden salir adelante con las necesidades básicas. El segundo agravante, por razones obvias, es el aumento del precio de los alimentos. Este continente presenta una doble cara: por un lado es ejemplo de sistemas democráticos con control de las variables macroeconómicas como el acceso a mercados; pero por otro tiene un 40% de su población que vive en condiciones de pobreza.

Mito 4. El enfoque integral solo produce resultados a largo plazo:

Se requiere empezar a actuar en la desarticulación del narcotráfico, el crimen organizado, tráfico de personas, entre otros. Esto será lo que permitirá mejorar la calidad de vida en general. Se deben desarrollar propuestas válidas que le den fuerza a la misma sociedad, a través de alcaldías, empresa privada, policía y gobierno, entre otros, para salir adelante de manera real e integral. Se le deben brindar oportunidades a los jóvenes, un esquema atractivo de beneficios que los motive a estudiar y superarse. Todos estos son planes a largo plazo, pero cuando se hace el enfoque en la inclusión social, los beneficios se ven casi de forma inmediata. Las capacidades existen, solo se deben coordinar esfuerzos para lograrlo.

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